martes, 30 de octubre de 2007

Alevines de Coydoras

Se me han muerto todos los alevines. Qué pena, voy a ver si compro un pequeño acuario para cría y lo dejo ciclando para la próxima vez. Mi error fue añadir en el taper (ya estaban en uno mayor) unos alevines de platty que encontré en el acuario. Por miedo a que se los comieran los metí y creo que se han muerto por exceso de nitritos. Les cambiaba el agua casi todos los días, llego muy tarde a casa y a veces esaba tan agotada que directamente a dormir.

En fin, eran unas veces más grandes que al principio. Pero bueno, fue mi primera experiencia así que... La siguiente se dará mejor.

lunes, 8 de octubre de 2007

Caracolitos manzana azules

¡Ya nacieron mis manzanitas! Ayer por la noche, 07 de Octubre del 2007, eclosionaron los huevos. Qué gracia. Pensábamos que al ser la primera puesta saldrían menos pero qué va. Han salido un montón.

No sabíamos si ayudarlos a abrir el cascarón con un palillo o no, pero por miedo a que aún no estuviesen formados los otros caracoles simplemente mojamos los huevos, para que se ablandaran y puedan romperlos mejor para salir.

Encima del perlón había un montón, pero en las paredes del táper había unos pocos pegados ya. Haré más fotitos que ayer hice sólo unas pocas por lo tarde que era. Bueno, y haré también a las pequeñas corydoras, que ya se les aprecian los bigotes. De los huevos de escalar no digo nada porque no llegaron a salir, qué lástima. Y corydoras habrá 10 como mucho ahora.

Las minis manzanitaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas:

































Mirad qué pequeños son. Medirán unos pocos milímetros, dos mm más o menos.
























Mirad cómo pueden ser los caracoles, que a la izquierda hay unos palillos, y las plantitas que salen al lado de las manzanitasm mirad qué tamaño real tienen. Son muyyy pequeñas.

Abajo os hago un zoom. Al principio no tienen color, sólo unas motitas oscuras y la espiral. pero luego ya adquieren el color. Los caracoles amarillos sí que salen amarillitos.



































jueves, 4 de octubre de 2007

Día 3 - 22 Agosto 2006 -

Nuestra primera mañana en Japón, concretamente en Tokyo. Ya más descansados fuimos visitando la ciudad.

Nuestra primera parada fue en el Santuario Meiji en el barrio de Harajuku, un templo Shintoísta levantado en honor al emperador Meiji. Es precioso, en medio de unos jardines inmensos. Sólo entrar te encuentras a la derecha una especie de estanterías para las donaciones a los dioses. Están repletas de barriles de sake: vino de arroz, bebida típica japonesa. Los barriles son preciosos e inmensos. Están decorados con dibujos y caligrafía japonesa. De hecho yo me compré en una bodega de sake un barrilito pequeñito de decoración para mi casa.

Fotos de los barriles de Sake:























































En todos los templos shintoístas veremos unas puertas muy sencillas de madera (no tan complejas como las de los templos budistas). Siguiendo su dirección se entra en el templo. Son las Torii, éstas separan el mundo terrenal del mundo de los espíritus.

Una de las muchas "puertas o Torii" al templo:


















Como veis los jardines son increibles. Nos dijo la guía que en Japón casi no tienen ni que regar porque llueve mucho.

En Japón no ves ni un papel en el suelo. Ni siquiera fuman por la calle, hay zonas de fumadores para ello, y unas rejillas en el suelo donde tiran las colillas. Como un pequeño desagüe.

Mirad qué vegetación y qué verde está todo:










































A la entrada de los templos siempre hay una zona para purificarse antes de entrar. En los templos budistas es con incienso (ya enseñaré fotos más adelante), hay que pagar para ello y no es estrictamente obligatorio. En cambio, en los templos shintoístas uno se purifica con agua y hay que cumplirlo a raja tabla. Os enseño un par de fotos y luego os explico.

Caseta de purificación:


















Rito de Purificación:
























Como veis es una fuente con unos cazos. Tenías que coger agua con el cazo y entonces seguir tres pasos: echarte agua por la parte interior de las muñecas, luego beber agua, pero es una falta de respeto e higiene que bebas del cazo, así que te tienes que echar en el hueco de la mano y beber un poco. Y por último, con el agua sobrante, levantas el cazo permitiendo que el agua se deslice a lo largo de todo el mango del cazo. Una vez has terminado lo dejas boca abajo de donde lo habías cogido.

Una vez purificado entras al santuario:





































Es muy bonito el templo. No desentona para nada con la naturaleza. Como veis no hay mucha gente. Esto es porque no hay misas como en el catolicismo. Cada uno reza en su casa y, cuando tienes una petición que hacer, vas al templo y hablas con los dioses y te vas.

La gente pagaba para obtener una tablilla de madera. En ella cada uno escribía su deseo y la colgaba con el resto alrededor de un árbol sagrado. Los árboles que han vivido mucho y que son muy grandes son rodeados por una gruesa cuerda "shimenawa" y papel de arroz con forma de rayo. Con ello identificas que en ese árbol vive un dios para que haya podido volverse tan grande y tan longevo.

Tablillas alrededor de un árbol sagrado:










































No está permitido pasear por todo el santuario. Cuando entras al lugar de oración, puedes ver como un patio y justo enfrente un recinto al que no puedes acceder. De esta manera puedes ver a los monjes pero no puedes llegar a ellos. Es una zona sagrada.

En la foto a continuación podéis observar además de esto, que justo enfrente de la gente hay como unas mesas. Esas mesas están huecas hasta la tapa, la cual no es una tapa en sí. Son muchos rodillos metálicos juntos. Esto es porque para hacer una petición a los dioses primero hay que echar unas monedas. Así éstas se escurren por los rodillos hasta la base de la mesa y nadie puede meter la mano a coger el dinero.

Me hizo mucha gracia cuando oraban porque después de tirar las monedas daban un par de palmadas. Decía la guía que era para llamar la atención de los dioses y escucharan su plegaria. Porque no siempre están pendientes del mundo terrenal, pueden estar bebiendo saque y no estar prestando atención. Me hizo mucha gracia. Después de la oración volvían a dar alguna palmada y se inclinaban con respeto.

Entrada a la zona permitida del templo:
























En festivales importantes los niños tocan el taiko. El taiko es un tambor japonés que se golpea con una barras gruesas de madera.

Yo haciendo el tonto, como si estuviese tocando el taiko:



















Si os fijáis bien, veréis unos redondeles dorados bajo el tambor. Estos símbolos están en muchos sitios, como por ejemplo en las torii. Es una flor de dieciséis pétalos, un crisantemo. Es la marca de la casa imperial japonesa.

Desde esa zona de plegaria, si mirabas hacia fuera veías el patio y la puerta a ese patio. Es por donde habíamos venido. Era todo precioso con los tejados a dos aguas y los extremos inclinados hacia arriba. Creía que estaba en un mundo mágico. Tanto tiempo queriendo ver Japón y ahora estaba viendo con mis propios ojos lo que había visto sólo por la televisión, los dibujos, los manga y por fotografía. No me lo podía creer...aún sigo sin creerme que haya estado. Se hace muy corto la verdad.



















En la foto de abajo veis a mi marido apoyado sobre unas puertas de salida del recinto del templo. Son estructuras muy trabajadas y de una belleza exquisita. Está todo perfecto. Como veis en las hojas de las puertas están labradas las marcas de la casa imperial, al igual que la torii de enfrente.



















¿Veis el camino? La vegetación de Japón es exuberante. Está todo tan cuidado...Ese respeto por la naturaleza debería de pegársenos un poco a los españoles.

Imaginaos de noche aquí. Para quien haya jugado al Proyect Zero, ¿no os recuerda al bosque del templo? Je je, ya sé que no es tan tenebroso pero es que todo me recordaba a algo que había visto antes.

Después de esta visita nos dirigimos hacia el Palacio Imperial o Kōkyo, el cual fue destruido durante la segunda guerra mundial y posteriormente reconstruido. Es la actual residencia del emperador de Japón, por eso nada más se puede visitar sus alrededores. Así que llegamos hasta la Puerta Sakurada de su muralla defensiva.

Puerta Sakurada:




































Me encanta la arquitectura japonesa. No me digáis que no son bonitas las puertas. Una vez traspasada la puerta accedíamos a una especie de patio pedragoso con una acera de losas. Así llegamos a pasar frente al Puente Nijubashi. Se ve tras él dos puertas más de la muralla, una justo a la izquierda a la que se accede por el puente, la Puerta Sakashita (protegida con guardias y barreras para pinchar las ruedas de los vehículos, etc.). Y otra al fondo del paisaje en lo alto. El entorno era espectacular, aunque más vale ver para creer. Mirad las fotos.

Puente Nijubashi:


































Después de estar un ratito frente a la Puerta Sakashita nos fuimos andando en busca del autocar que nos estaba esperando. Hay que decir que hacía alrededor de 40ºC y no había ninguna sombra en el patio. Por eso no aguantamos mucho allí, pero bueno, tampoco había mucho más que ver.

El autocar estaba pasado unos jardines de los alrededores. Era incríble lo verde que estaba todo. Nos dijo la guía que no hacía falta regar, sólo podar, ya que llueve mucho. Los jardines eran sencillos, sólo pinos y césped. Pero la forma de las árboles era increíble. Parecían bonsais grandes todos los pinos, porque eran pinos normales y corrientes.

Pinos del parque frente al Kōkyo:
























Nos encontramos con esta escultura en hierro de un samurai. Imponía un montón y estaba muy bien hecha.

Samurai:






















--------Sin terminar--------

miércoles, 3 de octubre de 2007

Día 2 - 21 de Agosto del 2006 -

¡LLegamos a Tokyo!

Cuál es mi sorpresa cuando mientras aterrizamos veo a lo lejos un edificio con una cruz cristiana. Pensé que me lo habría imaginado pero no, luego me enteré que conviven con el shintoismo, el budismo y el cristianismo.

En el shintoismo se adoran a los dioses de la naturaleza. Por eso son tan cuidadosos con ella. Es increible, vimos bosques enteros más cuidados que muchos jardines españoles. Les arrancan las ramas bajas a los árboles para que crezcan más rectos y más altos. El budismo cree en la reencarnación, por eso (nos explicó la guía) muchos japoneses nacen shintoistas pero mueren siendo budistas. Y muchos se casan por el rito católico porque les gustan los vestidos de novia de la ceremonia. Curioso ¿no?

Cuando llegamos nos esperaba nuestra guía en el aeropuerto. Era una japonesa que había estudiado varios meses en España y se desenvolvía muy bien en nuestro idioma. Menos mal porque ninguno sabíamos japonés. LLamamos a nuestras familias desde nuestro móvil. Uno alquilado a movistar porque allí nuestros móviles no funcionan. Tienen tecnología 3G cosa que nosotros no usamos, por eso aquí nuestra infaestructura no soporta sus móviles y los nuestros ni siquiera funcionan allí. Como me enteré con mucho tiempo lo pude alquilar los días que estábamos allí.

Qué diferente era todo. Tienen coches cuyo color de la matrícula es de diferente color dependiento de los cv que tenga el motor. Así los policías están más pendientes de los que tienen x color. Acatan mucho las normas y veías en la autopista la gente a 80 km hora (velocidad máxima creo recordar). Otra gran diferencia era que ¡nadie pitaba!, la entrada de Tokyo era un atasco increible, pero ni un pitido. Todo el mundo a su ritmo y sin estresar a nadie. No me lo podía creer. Se veían kilómetros de coches pequeñitos y cuadrados (eran muy feos la verdad) con sólo el ruido del motor.

Cuando llegamos al hotel nos quedamos decepcionados porque las habitaciones parecían de la época de los 60-70. Las camas pequeñas y ¡separadas!. Las radio-despertador eran acorde a la habitación (pero resultó que todos los hoteles a los que fuimos tenían las mismas radios). Eran alrededor de las 7 de la tarde, así que dejamos las maletas, fuimos a quejarnos en recepción (sabían inglés) diciéndoles que éramos recién casados si no nos podían poner aunque fuese una cama de matrimonio. No hubo problema. Y nos fuimos los dos a pasear a ver si nos daba tiempo a ver algo (la guía a las 6 nos dejaba y se iba a su casa).

Nos encontramos con una "puerta" a menos de un minuto, que nos indicaba que si entrabas por ella y seguías esa dirección te toparías con un templo.

Puerta:



















Teníamos a 3 minutos andando un templo budista con un jardincito precioso y, al fondo, se veía la Torre de Tokyo. Lo primero que nos impactó fué el ruido de las chicharras ¡es increíble cómo cantan! A un volumen altísimo. También que, igual que aquí hay muchas palomas, Japón está repleto de cuervos.

Entrada al templo:



















Templo budista con la torre al fondo:


























































Para ir a la torre de Tokyo había que pasar por una callecita estrecha con mucha vegetación a un lado y con el templo budista al otro. Daba un poco de repelús porque casi no había luz y te revoloteaban los cuervos por la cabeza graznando, a la vez que veías muchas estatuas de niños con sus baberos rojos, sus gorritos rojos, etc. Todos en fila con sus molinillos de viento. Luego preguntamos y nos contaron que eran donaciones de padres que habían perdido a sus hijos, para que los budistas cuidaran de ellos. Era como una especie de seguro en el más allá.

Estatuas de niños:


















Siento que se vea tan mal, pero estaba muy oscuro (en Japón oscurece en cuestión de unos pocos minutos).

Finalmente llegamos a la famosa Torre de Tokyo. Como la Torre Eiffel sólo que roja y blanca. A sus pies encontramos un monumento a los perros japoneses, los Shiba inu (inu es perro), pero no sé a qué era debido, me refiero que no sé qué ponía la placa. Subimos arriba del todo para ver las vistas de la ciudad.

Monumento a los Shiba Inu:



















Esta es la torre vista desde abajo:
























Y esta es la ciudad de Tokyo desde lo más alto de la torre, al menos desde lo más alto que te permiten subir.



















Y esta soy yo cansada pero encantada de la vida:



















Al bajar de la torre nos encontramos un autobús muy gracioso. Vedlo por vosotros mismos:

Autobús de ... ¡hello kitty!




















No sabíamos dónde podíamos comer y cómo comunicarnos para pedir la comida, así que estábamos un poco cohibidos. Pero mientras nos decidíamos hicimos fotografías a cosas curiosas. Ahora pondré fotografías que hice yendo a la torre y luego volviendo.

Para los japoneses los gatos son animales de buena suerte. De hecho hay una figura muy importante que está en muchos los establecimientos. Es la del gato que está sentado, con un cascabel enorme en el cuello, y con una patita levantada. La patita se mueve de alante atrás, está diciendo "venir venir", para que entres y gastes el dinero. Es una figura que da suerte en los negocios.

Esta es la tapa de la salida de agua para los bomberos (es fácil deducir). Me debieron tomar por loca haciéndole fotos. Ahora entiendo a los pobres japoneses que hacen fotografías de todo en nuestra tierra, es que nada es igual. No me digáis que no es graciosa, dan mucha información con dibujos manga.

Tapa para el acceso al agua de las mangueras de los bomberos:


















Este oso estaba a los pies de un restaurante. Es muy típico allí ya que es un oso que sólo tienen ellos en sus bosques, el oso enano. Es sólo un poco más alto que un japonés adulto más o menos. Y esta figura de la foto se supone que te invita a entrar, como en el caso de los gatos que te dice "ven ven" para que pases y te gastes el dinero.

Oso en restaurante:
























Esta óptica debía ser una franquicia porque la vimos varias veces, cuando vi el rótulo no sabía qué anunciaban. La sorpresa que me di cuando vi que vendían gafas. la cara tiene en la frente una cinta con un melocotón, así que creo que es Momotaru. Es un cuento típico japonés de un niño que nació de un melocotón.

Óptica (¿no le da un aire a Arale del Dr. Slump?)




















Vimos este establecimiento cuando íbamos al templo. Nos gustó mucho el aspecto, si os fijáis las mesas son cajas de bebidas y se come de pie. Estaban abriendo el local para la cena, alrededor de las 7 pm era. Allí tienen un horario muy diferente al de España. Comen sobre las 12h-13h y cenan de 19h-21h. Es que oscurece muy temprano. Al día siguiente cenamos allí.

"Taberna"
























Al final encontramos dónde cenar. Era un "fast food" japonés. Entrabas en el local y había una barra en forma de "u". En el centro de la "u" estaba la camarera. Para pedir tenías que ir a una máquina donde te salían las fotografías de los platos, pagabas y te salía un tíquet, que era el que le dabas a la camarera. Descubrimos que en la mayoría de los restaurantes, las cartas tenían fotografías de los platos (comprendí que los japoneses se comunican mucho de forma visual), así que siempre pedíamos señalando una fotografía. Algo comodísimo. Creo que para el turismo deberíamos hacer lo mismo aquí en España. No digo sólo los sitios de platos combinaos, sino la carta de muchos restaurantes.

En casi todos sitios nos servían té sólo entrar. Un té verde amargo, pero estaba muy rico. Y por supuesto no había cubiertos. no nos supuso ningún problema porque vamos a menudo a restaurantes orientales. A lo mejor le costó un poco a mi marido, pero cuando hay hambre.. aprendes a cogerlos enseguida ja ja ja.

Comida Rápida:



















En la fotografía de arriba, a mi espalda al fondo, se ve la esquina de la máquina. Yo me pedí una sopa miso y cerdo con arroz. El arroz es un alimento básico en su dieta, lo toman incluso para desayunar, casi todas las comidas tienen un bol de arroz o de acompañamiento del plato. Casi todas las comidas son a base de arroz, verduras y pescado. También hay carne, pero en menos cantidad. Sobre todo la de ternera, que dependiento del tipo de ternera que sea es muy cara. Esto se debe a que Japón tiene poca superficie de pasto, es muy montañoso. Mi marido se pidió cerdo con fideos de arroz.

La ternera más cara viene de unas vacas que están criadas con sumo cuidado. Beben cerveza, les ponen música clásica y les dan masajes. De esta manera las carnes van cogiendo el sabor de la cerveza a la vez de ser muy tierna, ya que entre la música y los masajes no hay nudos en los músculos. Un buen regalo es un filete de esta carne, es carísima y una delicatesen.

Terminamos de cenar y nos fuimos al hotel a dormir la mona (ya era tarde), aguantamos tanto para podernos recuperar antes del JET LAG, que son 8 horas de diferencia que se dice pronto. Por cierto, la cena estaba riquísima. Yo tenía miedo de cansarme de la comida japonesa, porque me gusta mucho, pero tantos días... pensé que acabaría en un MC Donalds. Qué equivocada que estaba. ¡Está buenísima!, Es diferente comerla allí con sus sartenes cuadradas para la tortilla, sus cazuelas de barro, el sashimi con el bonito de un color rojo precioso, su arroz que es diferente al nuestro (es un arroz pegajoso, así que para que se apelmace no necesitan que esté "pasado" como aquí). No hubo nada que no me gustara, y ahora echo de menos su comida... porque por muy bueno que sea el restaurante oriental aquí en España... no hay color.

Al llegar al hotel nos habían cambiado de habitación. Nos habían cambiado las maletas y todo (son muy cordiales) y nos habían dejado una bandejita con una botella de champán y dos copas. Nos hizo muchísima ilusión. Estaba muy malo, sabía a champán barato. Era un champán francés que seguramente para ellos era un lujo. Los precios en Japón son sólo un pelín más altos que aquí, pero hay elementos que se disparan. Uno de ellos es el alcohol, es muy caro. La fruta también, mucha de ella la tienen que importar porque no la pueden cultivar ellos por su clima y por falta de terreno ciltivable.

martes, 2 de octubre de 2007

Día 1 - 20 agosto 2006 -

Lo pasamos entero viajando. Fuimos de Alicante a Madrid y de allí a Amsterdam. Una vez en Amsterdam ya cogimos el avión que nos llevaría a Japón. Ah.... qué emocionada estaba....

Volamos con la Japan Airlines y nuestro tour operador era Catai.

Os dejo una foto del avioncito, está tomada en Amsterdam:

jueves, 27 de septiembre de 2007

Mis nuevas adquisiciones

Estos son mis cacatuoides. El menos tímido es el macho, pero las hembras es difícil fotografiarlas. Aunque es normal, llevan una semanita en su nuevo hogar.

Esta es la hembra "grande". Siento la mala calidad de la imagen:
















Esta es la otra hembra pequeñita:



















Aquí se escondió en cuanto me vio:




















Y bueno, el macho. Ya ha aprendido quién les da de comer. Así que en cuanto me ve se acerca y me mira quieto, discretamente pero sin esconderse:





































































































































¡Cuántas fotos! En cambio como he dicho antes, las hembras son muy huidizas.


Ahora un par de fotos de las corydoras arcuatus. Me hacen mucha gracia porque parece que lleven un antifaz:



















Y en una hoja de Anubia: